Podrías tomar todos mis silencios
y contenerlos en tus manos.
Podrías tomar mis lágrimas
y convertirlas en cristal.
Poner tu mano en mi pecho
y calmar esa taquicardia
que por las noches no me deja respirar.
Tomar cada segundo que me resta
y guárdalos en tu pecho
junto a tu corazón.
Déjame volar a tu lado
hasta el último suspiro,
sentir tus manos
acariciando mi piel.